Si esto es el blog de una bibliotecaria ¿por qué no recomendar una lectura? ¿No es lo que nos piden a menudo nuestros usuarios? Allá va mi recomendación.
Recomiendo la lectura de León el Africano, que fue publicado en 1986 (tanto??ll!!) por primera vez, narrando de forma novelada y poética la extraordinaria vida de Hasan bin Muhammed al-Wazzan al-Fasi, un granadino que vivió a caballo de los siglos XV-XVI, más conocido por el nombre que le puso el Papa León X: León el Africano.
León, protagonista de la novela, nació en una acomodada familia, siendo posteriormente diplomático y explorador. Sabemos de su existencia sobre todo por su obra escrita, la Descrittione dell'Africa (Descripción de África), escrita en italiano y por encargo del Papa.
Al reconquistar los Reyes Católicos Granada en 1492 toda la familia de Hasán se exilia a Fez. Posteriormente León vive en lugares diversos como El Cairo o Roma, conociendo las culturas predominantes del momento, la judía, la otomana, la árabe y la cristiana.
Al reconquistar los Reyes Católicos Granada en 1492 toda la familia de Hasán se exilia a Fez. Posteriormente León vive en lugares diversos como El Cairo o Roma, conociendo las culturas predominantes del momento, la judía, la otomana, la árabe y la cristiana.
Sebastiano del Piombo, posible retrato de León el Africano
Y Amin Maalouf, el autor, recoge en su novela la coexistencia de lenguas, culturas e interpretaciones diferentes de los mismos sucesos.
De manera apasionante y lírica, la novela recoge sucesos históricos desde nuevas perspectivas, como la árabe, encontrándonos ante una novela histórica bien documentada, con mucha información sobre la vida cotidiana de la gente de la época y sobre la condición de la mujer.
¿Qué mejor manera la de hablar del presente a partir de recurrir al pasado? Disfrutando de la lectura de León el Africano tenemos la sensación constante de que el presente está siendo reescrito sobre el pasado, que las historias antiguas se repiten aún hoy en el Mediterráneo, siglo tras siglo.
El autor nos invita a diferenciar bien entre la religión y el uso que los hombres hacen de ella y nos recuerda la posibilidad de la convivencia de las culturas mediterráneas, tan diferentes y tan ricas en “ce bassin ou jouent les enfants aux jeux noires”, como canta Moustaki.
El tema de la convivencia intercultural está presente en toda la novela y la obra literaria de Maalouf quien, igual que León el Africano, es un diplomático, pero de la pluma. Con su literatura nos ayuda a reflexionar sobre la historia pasada y reciente, sobre las culturas o “los hombros de gigantes” sobre los que se construye nuestro presente.
Tanto Maalouf como León, ambos diplomáticos, son excelentes intermediarios entre Oriente y Occidente, alimentando la idea de que con conocimiento hay comprensión. Ambos pertenecen a dos mundos, queriendo reunir lo que se ha separado.
Maalouf no es en vano libanés, de un país a caballo entre Oriente y Occidente e, igual que León, propone con su trabajo, con sus novelas, derrumbar ese otro muro que queda pendiente, el de los prejuicios, a través del diálogo, la lectura y la comprensión mutua.